miércoles, 19 de octubre de 2011

Entre apuntes y campañas

Por Luciana Carossia y Dolores Rauss

El próximo domingo se llevarán a cabo las elecciones nacionales, el resultado de las mismas es sabido con anticipación. Sin embargo, esto no impide que los jóvenes militen de manera activa reivindicándose y defendiendo sus ideales.

La Universidad de Buenos Aires (UBA) ha sido uno de los principales escenarios en los cuales se ve reflejado el aumento de la participación en la política por parte de los estudiantes.

Dentro de la UBA, los métodos que los jóvenes utilizan para promover las ideas del partido político para el que militan son variados: algunos reparten volantes y folletos en los pasillos mientras que otros prefieren hablar frente al alumnado antes de que los profesores empiecen con sus clases. César tiene 26 años, estudia la carrera de Contador Público, hace seis milita en Nuevo Espacio, y explica que muchas veces resulta “molesto” para el estudiantado que los militantes ingresen a la mitad de la clase para exponer ideas o invitarlos a las distintas actividades que se llevan a cabo. “Depende de la facultad y del horario de la cursada”, agrega Alan, de 22 años, estudiante de economía y militante del S.O.S., una corriente que hoy en día forma parte del MxE (Movimiento por Económicas) y desde 2006 conforma la Corriente Universitaria Julio Antonio Mella, más conocida como La Mella.

María Florencia Peralta tiene 23 años y hace cuatro que estudia Ciencias de la Comunicación Social. Milita en la Izquierda Socialista desde 2009 y es consciente de que la interrupción de las clases como medio de difusión no es del todo efectivo, sin embargo aún encuentra difícil la creación de espacios alternativos donde puedan llamar la atención de los alumnos que no sea a través de un folleto.

Cesar y Alan empezaron a militar con el objetivo de cambiar el mundo, la sociedad y, principalmente, mejorar la educación pública: “Hoy en día, la UBA está en una situación muy decadente en cuestiones de la extensión de las carreras y el nivel académico - dice César - las universidades son una usina de investigación que hay que saber aprovechar”.

“Arranqué para llevarle la contra a mis viejos que son bastante fachos”, cuenta Florencia. Y agrega: “De chica no me daba cuenta la inclinación política de mis papás y cuando no entendés mucho, siempre lo que ellos hacen te parece que es lo mejor”. Empezó a militar en la Izquierda Socialista cuando vio que este partido era el exponente opuesto a las ideas que solían predicarse en su casa.

En cambio, Diego Flexer, estudiante de Economía, cuenta que originalmente se acercó a la militancia por la curiosidad que le generaban las problemáticas sociales que existían en los barrios carenciados. “A los 16 me contacté con personas militantes del Partido Obrero (P.O.) y comencé un proceso de debate con ellos que me llevó a la conclusión de que era necesario participar para generar un cambio real. Militar no era lo mas habitual para un chico de mi edad pero mis padres también lo habían hecho y no les pareció mala idea que me acercara tan temprano a la política”, dice el joven de 22 años.

Más allá de la carrera que cursen y las ideologías con las que se identifiquen, estos y muchos otros jóvenes coinciden en que la militancia estudiantil debe estar presente en la sociedad argentina para nutrirla y generar debates que impliquen el respeto hacia un amplio abanico de opiniones que merecen ser escuchadas y valoradas.

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